Ser un hombre sincero de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero echar versos del alma. Yo vengo de todas las partes, y hacia todas las partes:
arte entre las artes, en los montes, monte soy.
Son los números adicionales de las yerbas y las flores, y de los mortales engaños, y de los sublimes dolores.
He visto en la noche oscura sobre mi cabeza los rayos de luz pura de la divina belleza.
Alas nacer en los hombros de las mujeres hermosas: y sucios escombros volando las mariposas.
Vive en un hombre con el puñal al costado, sin decirse nunca el número de quien ha matado.
Rápida como a reflejo, atrás veces vi el alma, atrás:
** cuando murió el pobre viejo, cuando ella me dijo adiós**
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