"La esencia de uno mismo..., es la vida que enseña muchas cosas y entre ellas que para saber quién eres realmente..., primero tienes que conocer tu interior..., tu instinto..., escuchar al corazón y razonar con la cabeza". ¡El ideal es seguir el instinto y cumplir lo maravilloso de los sueños...!!!
martes, 14 de abril de 2015
lunes, 6 de abril de 2015
jueves, 2 de abril de 2015
MONICA
Eres brisa fresca de abril y de mayo,
de la enredadera el delgado tallo,
... la rosa temprana de la primavera
y el alma blanca se sigue mi vera.
Eres el encanto del verbo y el pronombre
y Mónica Nélida es tu dulce nombre,
eres el vergel de lo más sagrado,
tu eres el timón y yo soy el arado…
Eres ese mar de mis tempestades,
eres lo mas grande de mis amistades,
la belleza pura que hay en tu alma,
la blanca ternura del sauce y la palma.
Eres lo sutil, eres lo encomiable,
la razón mas pura y eres la pureza,
eres ese cielo lleno de grandeza
y eres siempre de lo más amable.
Eres el paisaje tranquilo del campo,
el canto sublime del ave canora…
eres una hermosa y una gran señora
que todo lo que toca lo llena de encanto.
Eres del otoño la hoja caediza
porque por tu edad eres una niña,
la rosa silvestre que hay en la campiña
y eres la mujer enamoradiza.
De la primavera eres el perfume
de la noche fresca eres el rocío
y tu corazón ese si es enorme
porque nunca guarda ni penas ni hastío…
ALFONSINA STORNI Y LA CARICIA PERDIDA
Esta poeta argentina nacida en 1892 en Suiza es uno de los íconos de la literatura posmodernista. Con una infancia difícil y con carencias y luego una vida con recurrentes enfermedades, su poesía está impregnada de lucha, audacia, amor y una reivindicación del género femenino. Algunos de sus poemas a resaltar son: ¡Adiós!, Alma desnuda, La caricia perdida, Razones y paisajes de amor, Queja, Tu dulzura, Dolor y Frente al mar
La caricia perdida
Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...
Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.
Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?
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